domingo, 18 de marzo de 2012







1.¿Quien propuso la química medica?
2.¿Que otros aportes le dio da vinci a la ciencias?
3.¿De que habla la teoría atómica?



TEORÍA




La iatroquímica o yatroquímica es una rama histórica de la ciencia que enlazaba la química y la medicina. Teniendo sus bases en la alquimia, la iatroquímica buscaba encontrar explicaciones químicas a los procesos patológicos y fisiológicos del cuerpo humano, y proporcionar tratamientos con sustancias químicas. Los iatroquímicos creían que la fisiología dependía del balance de fluidos corporales específicos.
La iatroquímica estuvo vigente entre los siglos XVII
La iatroquímica fue una tendencia médica de vanguardia entre los siglos XVI y XVII. Su fundador fue Paracelso, un polémico científico y alquimista suizo.
Ha quedado obsoleta, aunque se la puede considerar como la precursora de la farmacología moderna y de la bioquímica.
El sistema iatroquímica, vigente durante la segunda mitad del siglo XVII, asumió las interpretaciones paracelsistas, pero eliminando sus elementos panvitalistas y metafísicos, que sustituyó por el mecanicismo, el atomismo y el método científico inductivo. Palestra pharmacéutica chymico-galénica (1706) del iatroquímico español Félix Palacios, abierta por una de sus láminas sobre instrumentos de laboratorio y reproducción de su tabla de símbolos.


IMÁGENES

REFLEXIONES PERSONALES
La teoría es precisa y da mucho conocimiento sobre el tema
los aportes que le hicieron los representantes de esta época fueron infinitos y le dieron un aporte a la química.


BIOGRAFÍA DE PARACELSO
Nació y fue criado en Einsiedeln (Suiza), hijo del médico y alquimista suabo Wilhelm Bombast von Hohenheim y de madre suiza.
En su juventud trabajó en las minas como analista. Comenzó sus estudios a los 16 años en la Universidad de Basilea, y más tarde en Viena. Se doctoró en la Universidad de Ferrara.
Estaba contra la idea que entonces tenían los médicos de que la cirugía era una actividad marginal relegada a los barberos.
Sus investigaciones se volcaron sobre todo en el campo de la mineralogía. Viajó bastante, en busca del conocimiento de la alquimia. Produjo remedios o medicamentos con la ayuda de los minerales para destinarlos a la lucha del cuerpo contra la enfermedad. Otro aporte a la Medicina moderna fue la introducción del término sinovial; de allí el líquido sinovial, que lubrica las articulaciones. Además estudió y descubrió las características de muchas enfermedades (sífilis y bocio entre otras) y para combatirlas se sirvió del azufre y el mercurio. Se dice que Paracelso fue un precursor de la homeopatía, pues aseguraba que «lo parejo cura lo parejo» y en esa teoría fundamentaba la fabricación de sus medicinas.
El orden cósmico era lo que le interesaba a Paracelso en primera instancia y lo halló en la tradición astrológica. La doctrina del Astrum in corpore es su idea capital y más querida. Fiel a la concepción del hombre como microcosmos, puso el firmamento en el cuerpo del hombre y lo designó comoAstrum o Sydus (en español, astro o constelación). Fue para él un cielo endosomático cuyo curso estelar no coincide con el cielo astronómico, sino con la constelación individual que comienza con el «Ascendente» u horóscopo.
Se le atribuye la paternidad del término Espagiria.
Uno de los principios de Paracelso fue: «Únicamente un hombre virtuoso puede ser buen médico»; para él la Medicina tenía cuatro pilares:
  1. Astronomía.
  2. Ciencias naturales.
  3. Química.
  4. El amor.
Introdujo el uso del láudano. Su principal libro fue La gran cirugía (Die Grosse Wundartzney).
A pesar de que se ganó bastantes enemigos y obtuvo fama de mago, contribuyó en gran manera a que la Medicina siguiera un camino más científico y se alejase de las teorías de los escolásticos.
También aportó datos alquímicos. A Paracelso le atribuimos la idea de que los cuatro elementos (tierra, fuego, aire y agua) pertenecían a criaturas fantásticas que existían antes del mundo. Así pues, la tierra pertenecería a los gnomos, el agua a las nereidas (ninfas acuáticas), el aire a los silfos (espíritus del viento) y el fuego a las salamandras (hadas de fuego).
Igualmente, Paracelso aceptó los temperamentos galénicos y los asoció a los cuatro sabores fundamentales. Esta asociación tuvo tal difusión en su época que aún hoy en día, en lenguaje coloquial, nos referimos a un carácter dulce (tranquilo, flemático), amargo (colérico), salado (sanguíneo, dicharachero) y el carácter ácido pertenecería al temperamento melancólico.